Graciela era mi madrastra y hace 30 años creó FIC - Fernández Ivern Comunicaciones, la primera consultora de relaciones publicas en Argentina fundada por una mujer. Pero muchos años antes, en los setenta y ochenta, tuvo cargos gerenciales de comunicación en compañías de rubros tan masculinos como el de las tabacaleras y el de las finanzas.
En 1992 cuando Graciela pasó del mundo empresarial a la consultoría externa ni yo ni ella sabíamos de nuestra existencia, faltaban algunos años aún para que se casase con padre. Por esos avatares de la vida hoy dirijo la consultora que ella creo ya que hace algo mas de una década un día como hoy inesperadamente falleció.
En un fin de semana tuve que decidir continuar con su legado y así lo hice gracias a Natalia (Bruno) y Andrea (Mosquera) que incondicionalmente me acompañaron para mantener la gran profesionalidad de nuestros servicios y la representación de FleishmanHillard en Argentina. Y por supuesto también a quien fue su mano derecha durante años, su secretaria Ro (Roxana Arnoso).
Sin el apoyo de mi gran familia no hubiese podido hacer nada de todo esto, no fue fácil cuando Graciela apareció en nuestras vida, nosotros éramos muchos y poco ortodoxos –por decirlo de alguna manera- y ella era una ejecutiva a la que le había dedicado toda su vida a la profesión que culminó con la presidencia del Consejo Profesional de Relaciones Públicas de la República Argentina, cargó que finalizó unos meses antes de fallecer.
Graciela tenía un carácter muy fuerte, incansablemente trabajadora, tenía una manera de ser muy especial y lo sabía. Recuerdo que en la misa de su funeral que organizó el Consejo en Buenos Aires (somos una familia rosarina) el presidente de la organización de aquel momento la recordó por muchas aptitudes pero dijo una cosa que me quedó grabada y la humanizó: “Graciela llegaba tarde a las reuniones y siempre con una capa o un tapado que se sacaba con mucha elegancia para que todos supiésemos que ella había llegado”. Mi colega y amigo Patricio Carvajal, quien la admiraba mucho, siempre me dice: “Graciela era la diva de las Relaciones Públicas en Argentina”.
Durante todos estos años no he parado de escuchar anécdotas de sus intensos años laborales, de suprofesionalidad, compañerismo y sobre todo de su amistad de quien heredé largas charlas con otra profesional como lo es Ale Brandolini y de su amiga y compañera durante los años de Massalin Particulares, Grace Belcher.
No sé si hice las cosas bien desde que llevo FIC, cuando pasan estas cosas se salta de una etapa a otra sin los procesos normales de aprendizaje pero de lo que si estoy seguro es que lo hice con mucho respeto y cariño en honor a Graciela.
Leo.
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