Por: Leónidas Fuster
CEO FIC - Fernández Ivern Comunicaciones
Los efectos de la pandemia han complicado, en diferente medida, los distintos ámbitos de nuestras vidas. El teletrabajo, por ejemplo, nos obliga a vivir pegados a un teléfono móvil y al “alcance de todos” durante las horas laborales (y las de descanso también).
Esta situación plantea una forma distinta de comunicación y un cambio en la manera de llegar al público. Nos hace trabajar el branding y sobre todo darle la importancia que merece la responsabilidad social corporativa en la comunicación digital, exaltando valores que ya eran importantes, pero que ahora son imprescindibles.
Durante 2019 temas como sostenibilidad, medio ambiente y cambio climático han sido tendencia, pero frente al Covid-19, este año han surgido la ciencia y la medicina como las herramientas básicas para mantener la armonía natural en la que vive el ser humano.
La medicina dejó de ser un asunto de adultos mayores y la ciencia una sección en revistas especializadas, por lo que el foco de las compañías, de los medios de comunicación y de las redes sociales, ha virado hacia estas dos temáticas.
Asimismo, con tanto tiempo expuestos a los medios electrónicos y a un continuo devenir noticioso, la fiabilidad de la información se ha vuelto un elemento clave. Por eso, durante el año pasado vimos el gran esfuerzo que hicieron las redes sociales por filtrar las “fake news”.
En 2020 la tendencia son contenidos cuidados, de calidad. La inmediatez por publicar se va perdiendo, para dar lugar a un análisis más profundo de los contenidos. Menos cantidad, pero más calidad, para así lograr el codiciado engagement, a fin de mantener una relación a largo plazo con los públicos clave.